Barcelona ha endurecido "la mafia" de los pisos turísticos ilegales y cada día cierra una media de 4 pisos. Jaume Artigues, presidente de la Asociación de vecinos del barrio La Dreta de l'Eixample explica en Al Rojo Vivo cómo afecta a los ciudadanos este tipo de pisos y viviendas.

"Sobre todo en dos", asegura. Primero, en la pérdida de vivienda habitual que repercute sobre el precio y segundo, en los problemas de convivencias. Por ejemplo, explica que hay edificios enteros que ya son para uso de alquiler turístico y otros donde hay todavía residentes "y lo que están temiendo es que cuando terminen su contrato los echen fuera para convertir esas viviendas en pisos turísticos".

Por otro lado, apunta Artigues, "hay otra modalidad que es la propiedad horizontal. En ese caso, algunos apartamiento se van alquilando en el mercado turístico y lo que ocasiona un problema de convivencia grande y nos llegan quejas constantemente y hemos intervenido en varias mediaciones con los gestores de estos bloques. Aquí más o menos lo hemos podido controlar pero esto es un problema constante", confiesa el presidente de esta asociación de vecinos de la La Dreta de l'Eixample.

Para frenar y luchar contra esto, una de las medidas que ha propuesto el Ayuntamiento de Barcelona es que todos los pisos turísticos, tengan o no licencia, van a estar cerrados en 2028. "Esto es una promesa y veremos a ver si se consigue, lo importante es empezar por el camino, que se ha hablado ya constantemente, del decrecimiento turístico. La ciudad no puede soportar más crecimiento turístico ni más problemas de convivencia. Esto hay que pararlo, sobre todo por el problema del alquiler y el precio de la vivienda".