En mayo de 2005 se iba a celebrar un evento para conmemorar los 60 años de la liberación de Mauthausen en el propio campo. Un evento al que, por primera vez, estaba invitado un presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el propio Enric Marco. Solo cuatro meses antes, en enero de 2005, se lleva a cabo en el Congreso de los Diputados un homenaje a los deportados. Será la primera vez que Enric Marco hable en el Congreso.

Como indica Nani Hidalgo, profesora de Historia, "cuando él fue al Congreso era, en parte, para preparar el evento de mayo del 2005, los 60 años de la liberación de los campos de concentración". La docente explica que todos los países iban a enviar delegaciones de sus Gobiernos. "Él fue a prepararlos a todos para que supieran dónde iban a ir", añade Hidalgo. Para Juan Manuel Calvo, presidente de Amical de Mauthausen, el hecho de que Marco interviniera en el Congreso de los Diputados era "un hito para las víctimas de la deportación" debido a que ponía en el centro de la política "lo que era la memoria de la deportación republicana". "Fue muy importante aquel discurso por este hecho", añade.

En su discurso, la falsa víctima, por ejemplo, hizo referencia a las mofas de los miembros de las SS contra las mujeres del campo. "Los SS y los kapo, se reían de ver aquellas mujeres viejas que recogían sus pechos, que se tapaban aquel pubis acabado de rasurar, irritado todavía", expuso antes sus señorías. El historiador Benito Bermejo, que tenía la certeza de que Marco era un impostor, expone que ese discurso se produjo poco tiempo antes de que se diera a conocer el pasado real de Enric. Tras la intervención del falso deportado, el historiador tuvo la certeza de que era necesario hacer algo.

Benito quería dar a conocer el pasado de Marco pero sin empañar el homenaje en Mauthausen. El historiador decidió comentar la información de la que disponía a Duca Aranguren, de la Fundación Pablo Iglesias. Bermejo redactó un escrito en el que exponía, "de forma que no deja muchas dudas", que Enric no era quién decía "sino que se trata de alguien que ha ido en el año 41, que es cuando Franco firmó con Hitler un convenio para enviar trabajadores. Esta persona ha ido voluntario a trabajar allí". Bermejo también transmitió la información a una persona del ámbito académico, que prometió remitirlo a presidencia del Gobierno y, además, a un contacto en Amical, Enric Urraca, sobrino de un deportado. Este último será la clave para parar todo.

Calvo expone que en el informe "se pone en duda su salida de España (de Enric Marco), que su discurso es cuestionable y que, en las consultas que ha realizado al Memorial de Flossenbürg, no consta la ficha de Enric Marco como deportado en el campo". Marco es convocado a una reunión de urgencia, tan solo 24 horas después de haber sido reelegido presidente de Amical y solo seis días antes del gran acto en el campo austriaco. El falso deportado es cuestionado por primera vez.