El 2 de octubre de 2009 el atunero vasco Alakrana fue secuestrado de madrugada por piratas somalíes cuando faenaba en aguas del Océano Índico. En su interior iban 36 tripulantes, 16 de ellos españoles. El objetivo de los piratas era negociar un rescate millonario, cobrar lo más rápido posible y volver al mar para capturar a otro barco. Esa operación se torció cuando un buque de guerra de la Armada española, la fragata Canarias, recibió órdenes de detener a dos piratas que en ese momento estaban en alta mar.

Pablo Costas fue uno de los marineros secuestrados por los piratas somalíes en el Alakrana. "Yo estaba en el agua también, con la lancha y me enteré cuando llegamos a bordo", recuerda Costas, que explica que "el contramaestre", le empezó "a subir con la grúa" y le dijo, "mira, que están ahí los piratas": "Y ya los vi a 50 metros o así". "Me metió a bordo y yo iba por los pasillos, dando golpes en las puertas de los que estaban durmiendo", explica Pablo Costas, que afirma que gritaba a sus compañeros: "¡Los piratas, los piratas, que están los piratas!".

"Fui a mi camarote, guardé el ordenador y cuatro cosas", recuerda el marinero, que cuenta cómo, en ese momento, empezó "a oír tiros de los Kalashnikov": Salí para afuera y me mandaron tirarme al suelo, a la cubierta, que ya estaba el contramaestre y dos más". El marinero afirma que los piratas tardaron cinco minutos en hacerse con el barco, un tenso momento que puedes ver en el vídeo principal de esta noticia.