"Un ángel de la guarda vino a vernos"
Un operario de la central nuclear de Vandellòs explica qué habría pasado si el último turbosoplante se hubiese estropeado
Joan Carles Carles, inspector residente en la central nuclear Vandellòs II en el momento del incendio en la central nuclear, aclara a Mamen Mendizábal el desastre que habría provocado que las cuatro turbinas hubieran dejado de funcionar.
La rotura de una tubería de agua provocada por el incendio que se produjo en la central nuclear de Vandellòs hizo que tres de las cuatro turbinas dejaran de funcionar. "¿Qué hubiera pasado si la última turbosoplante se hubiera estropeado?", pregunta Mamen Mendizábal a Joan Carles Carles, inspector residente en la central nuclear Vandellòs II en el momento del accidente. "Si nos hubiésemos quedado sin la última turbosoplante lo que se hubiera producido es un aumento de la temperatura del reactor, que le hubiera hecho superar los 325ºC, y por lo tanto, se hubiera producido un calentamiento importante de la parte interna del edificio del reactor", explica.
Esto habría hecho que la parte nuclear quedara "comprometida", ya que "los elementos combustibles que hay en su interior podrían haber sufrido algún daño", pero "afortunadamente esto no llegó a pasar porque la última turbina siguió funcionando y la temperatura no subió por encima de estos 325ºC".
"Un ángel de la guarda vino a vernos para que no se estropeara y siguiera refrigerando el reactor", dice Braulio Conejo, técnico de mantenimiento de Vandellòs I.