El 31 de octubre del año 2012, una avalancha humana en el pabellón del Madrid Arena acabó con la vida de cinco chicas. Esa noche de Halloween allí se celebraba una macrofiesta en la que pinchaba el DJ Steve Aoki, una estrella de la música electrónica. A las tres de la madrugada, la hora prevista para que empezara su actuación, más de 15.000 personas entraron de golpe por la puerta de mercancías a un pabellón que ya estaba abarrotado.
Un Madrid Arena que no tenía licencia para este tipo de fiestas. El personal de seguridad, en vez de distribuirlos por plantas, agolpó a los asistentes en la pista central para que Steve Aoki se sintiera arropado durante su espectáculo. El aforo se superó con creces y no al 50%, no al 100%, al 215%. Las salidas se habían bloqueado con barras, camerinos y hasta con el escenario.
Más Noticias
- Alberto Chicote, tras ver desorbitada reacción de Rocío al ver la clasificación: "No es el momento, falta mi voto"
- Hoy, en laSexta, última entrega de Asesinas: así fue el crimen de la viuda negra de Ciudad Lineal
- El cara a cara de Sofía y Rocío tras los malos modos del cocinero de 'Tu Pescaíto': "Me da igual si uno es gay, lesbiana, blanco, verde..."
- La cara de Alberto Chicote cuando Rafael confiesa que el arroz "estuvo esperando a ser sacado": "¿Cuánto tiempo?"
- Una enfermera española en Escocia: "No me planteo volver, pero si las condiciones fueran como aquí, no dudaba un segundo"
Además, nadie controlaba las cámaras de seguridad y el personal de seguridad había recibido órdenes de no dejar salir de allí a nadie por las puertas que estaban bloqueadas. El agobio era absoluto, tanto que a las 3:35 horas de la madrugada se produjo una avalancha humana en uno de los vomitorios del pabellón que terminó con la vida de las cinco chicas.
Todo el mundo se descargaba música sin control
Víctor Manuel ironiza con la gratuidad de la cultura: "Voy a ir a la carnicería a coger un solomillo gratis"
"En ningún momento pensaban que descargar estaba mal", denuncia Víctor Manuel en este vídeo, donde se muestra contrario la idea de que "la cultura tiene que ser gratis". "Son cosas estúpidas", manifiesta en esta intervención.