La mala imagen de la SGAE era un problema. En su intento de mejorarla, contrataron a Iñaki Urdangarin y a su famoso Instituto Nóos, que se dedicaba a hacer imagen de marca y a mejorar la forma en la que se percibía a las empresas. El que fuera Duque de Palma vio en la SGAE un cliente perfecto para sus negocios.

"Eso fue cojonudo", espeta Ramoncín sin poder contener las risas, y relata en este vídeo cómo se produjo la entrevista entre la SGAE y los miembros del Instituto Nóos. Una reunión en la que no estuvo Iñaki Urdangarin hasta el final.

"El Instituto nos vendía al rey Juan Carlos I", recuerda Víctor Manuel. De hecho, finalmente el emérito terminó convirtiéndose en el Presidente de Honor de la SGAE, un movimiento con el que les "chulearon" durante tres años y les sacaron "100.000 euros" anuales. "Es decir, con el argumento de que teníamos mala imagen, que ya lo sabíamos y por eso llamamos al Instituto Nóos, nos sacaron 300.000 euros tan ricamente", comenta el artista.