Diego González Blesa, abogado de las víctimas de Albert Cavallé, señala en Anatomía de que el 'estafador del amor' "se ha hecho pasar por todas las profesiones". "Lo más habitual era inversor en Bolsa, porque es una manera muy fácil de pedir dinero a gente que quiere invertir y obtener beneficios, y a partir de ahí empieza a gestionar su dinero", subraya el abogado.
En este sentido, Manu Marlasca, jefe de investigación de laSexta, afirma que Cavallé "cambiaba de papel en función de las necesidades de las víctimas". "
"Él aprovechó mucho el tirón de 'Los papeles de Panamá', convenció a varias víctimas de que tenía mucho dinero en Panamá, pero que por el escándalo en televisión tenía las cuentas bloqueadas", indica Diego González Blesa al respecto, a lo que añade que el 'estafador del amor' "se adaptaba al perfil de las víctimas y a las posibles noticias que iban saliendo". "Le hemos conocido siete u ocho nombres distintos, por lo que se deduce que habrá utilizado muchos más", añade.
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Así, en Anatomía de comprueban cómo el 'estafador del amor' utiliza nombres falsos, adapta su profesión al perfil de la víctima, e incluso cómo utilizaba las noticias que salían en los medios para dar credibilidad a su historia.
Juan Carlos I, presidente de Honor
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"Eso fue cojonudo", espeta Ramoncín sin poder contener las risas, ya que el Instituto Nóos aprovechó para venderles al rey Juan Carlos I, quien terminó convirtiéndose en Presidente de Honor de la SGAE. "Nos chulearon durante tres años y nos sacaron 100.000 euros anuales", reconoce Víctor Manuel.