Jalis de la Serna habla con un hombre que ha estado 17 años en la cárcel, donde afirma que trabajaba como chef de cocina, y que frecuenta una narcosala del barrio. Incluso, el hombre confiesa que consume "crack". "¿Pero se inyecta o lo consume fumado o cómo es?", pregunta el reportero al hombre, que insiste en que él no se pincha y, para demostrarlo, enseña su torso a cámara.

"No tiene (pinchazos)", afirma Jalis de la Serna al hombre, al que le admite que "está en forma". Preguntado sobre dónde consume, el señor confiesa que lo hace en una casa del Raval y que duerme en la calle. "¿Cómo se busca usted la vida en el día a día?", pregunta Jalis de la Serna al señor, que confiesa que roba ropa. En ese momento, otros toxicómanos interrumpen la entrevista de Jalis y este les responde: "Estamos grabando, no pasa nada, ¿no?". "Dejadme hablar", pide, por su parte, el toxicómano al que Jalis de la Serna estaba entrevistando y que quiere dejar claro que no roba a los turistas sino "a las tiendas".

Después de entrevistas a este hombre, Jalis de la Serna charla con otro de los del grupo. "Me llamo Santi o Jaime, como quieras llamarme", se presenta el hombre, que afirma a Jalis de la Serna que las torres de Mapfre las ha construido él cuando trabajaba como albañil. Además, el hombre confiesa que ha estado 21 años en la cárcel "por intento de asesinato". Sin embargo, el hombre afirma que no acude a la sala de Venopunción, sino "a ver actitudes, rasgos faciales y comportamientos".