Una reportera de Apatrullando descubre un manual para el cultivo de plantas de marihuana colgado en una casa de El Casar de Escalona

La Guardia Civil encuentra en El Casar de Escalona (Toledo) varios cientos de cultivos de marihuana creciendo en casas de alquiler. Las mafias de la droga utilizan a menudo las viviendas sin inquilinos de estos pueblos de la España vaciada para cultivar las plantaciones y para ello, se valen de 'jardineros', que, en muchas ocasiones, son vecinos de la zona con dificultades económicas.

Utilizan a gente con pocos recursos, jóvenes y que necesitan dinero para pagarles una ínfima parte de lo que sacan con la plantación", explica un agente a Sara Solomando. La reportera de Apatrullando acaba de conversar con uno de los detenidos de esta redada, sobrino de la presunta líder de la organización, quien le ha asegurado no saber nada sobre este asunto a pesar de que las fuerzas de seguridad han encontrado una gran cantidad de macetas en una de las habitaciones de la vivienda en la que se encuentra.

La periodista encuentra, además, un cartel pegado en la puerta de este habitáculo que cuenta con instalaciones de riego, ventiladores, extractores y humidificadores. "Aquí tienen las anotaciones de todo lo que tienen que ir administrando a esas plantas", dice sorprendiéndose del contenido del folio. "Productos, crecimiento, floración, para las raíces, estimuladores, vitaminas...", lee Solomando.

En la siguiente planta, la Guardia Civil encuentra cámaras de vigilancia ocultas en cortinas y muebles. "No lo controla quien está viviendo en la casa, sino gente de la organización", le explican a la redactora. "También las usan para evitar robos de otras organizaciones". Sobre la mesa, hay munición, balas para un arma que aún no logran encontrar.