Psicólogos y pedagogos ya alertan de los efectos perjudiciales de sobrecargar la agenda infantil, algo que los padres tienen que tener muy en cuenta ahora que llega septiembre y comienzan además del colegio, las actividades extraescolares.

Eso de salir de casa a las 7:30 de la mañana y regresar a las 20 h no es para ellos. Los expertos avisan de que los niños tienen que tener tiempo para hacer los deberes sin prisa, jugar y aburrirse. Y es que, el aburrimiento ayuda a definir metas y nos hace ser más productivos y creativos.

La clave es reforzar las actividades que le gustan o se le dan bien y olvidarse del resto. "Si los padres cambiamos de trabajo y los estudiantes de la universidad pueden dejar la carrera a medias, pues si el niño no acaba bien en patinaje, lo pondremos en balonmano", comenta Alfonso Arús en Aruser@s.