"Me alegraré cuando todo termine". Es lo que, según los expertos en leer los labios, le dijo el rey Carlos III a la reina Camila en el día de la coronación. Una "pillada" monumental que la colaboradora María Moya de Aruser@s califica de "novatada". "Tendrían que haber hecho como los futbolistas: ponerse la mano delante", apunta Sebas Maspons en la misma línea.
Quien lo lleva mejor, observa Angie Cárdenas, es Camila. "Lo escucha refunfuñando todo el tiempo y debe estar pensando: '¡Qué coñazo! Tranquilo, cari, tranquilo'", bromea la tertuliana.
Pero este no fue el único momento en el que fue cazado por las cámaras quejándose de algo. "No podemos ser nunca puntuales. Eso es malo. Siempre pasa algo. Aburre", dijo el monarca ya montado en la carroza según estos expertos. "Pero que lo diga él, que no tiene más trabajo en la vida que hacer esto. ¡¿Qué le va a aburrir, si es su día?!", exclama indignada Moya.
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"A mí lo que me hace gracia es que con la reina Isabel nada de esto pasaba. Siempre llegaba puntual, cumplía el protocolo y todo era superestricto. A este señor todo le sale mal", afirma Cárdenas. David Broc lo compara con "el empresario que le deja la empresa al hijo y luego todo es un desastre".