"Aquí si que hay que acabárselo todo, no vale dejar nada en el plato", declara Alfonso Arús para dar paso a la siguiente historia. Un bufé libre de Bilbao ha desatado la polémica en redes sociales porque por cada plato que un cliente no se acabe le cobra dos euros. Todo esto ha salido a la luz tras una reseña negativa en la que una persona se quejaba de que obligan a comer muy rápido y de la penalización por dejar comida. Los dueños le han respondido que en una hora y media que dejan para comer le da tiempo a hacerlo tranquilo y que el suplemento es porque están en contra del desperdicio de comida.

"Aquí es recíproco. Si yo voy con hambre, con el deseo de comer y luego no me lo acabo, a lo mejor la culpa es del cocinero que no lo ha hecho bien", explica Alfonso Arús, que resalta que los dos euros de indemnización los pedirá él en ese caso. Angie Cárdenas le da la razón en parte. "Hay gente que es el ansia viva que se pone unas cantidades... ponte un poquito y si te gusta, te echas más", opina la tertuliana. "Disiento absolutamente", manifiesta el presentador porque declara que hay platos en los bufés que entran por los ojos. "Y te echas mucha cantidad porque es absurdo hacer luego tres viajes", piensa el conductor del programa.

Marc Redondo tiene una queja porque cuenta que el otro día fue a un bufé y le pusieron un plato de postre. Cuando fue a preguntar si tenían uno más grande le dijeron que no. A lo que Tatiana Arús le dice que tiene fácil solución, levantarse más.