En la residencia de María Luisa no se comen ni una sandía mal y todo, gracias a su sabiduría y a los trucos que hoy comparte con nosotros en Aruser@s. Para escoger una sandía buena, buena, o, como le gusta decir a ella, "chupi, chupi", tenemos que atender a cuatro aspectos:
"Esta es la parte de arriba, donde está el rabito, y esta es la parte de abajo, donde tiene la mancha. Si la mancha es grande, no la queremos", dice con contundencia. En segundo lugar, tenemos que buscar la mancha amarilla. "Significa que le ha dado mucho el sol".
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"Tercero. ¿Veis estas manchitas que parece que están feas? Esto significa que han pasado por ella ya todos los bichitos porque es la sandía más dulce". Por último lugar, y lo más importante: hay que probar si suena o no. "Si suenahueca es estupenda".