Un hombre pide matrimonio a su novia en la playa y todo va perfecto hasta el momento en el que la pareja decide hacerse una foto sumergidos en el agua y pierden el anillo de compromiso. Las personas que están allí se acercan a ayudar y finalmente un desconocido consigue encontrar la sortija.

"Yo creo que debería estar invitado a la boda", opina Hans Arús, que piensa que el chico lo encuentra gracias a un detector de metales. Por su parte, Angie Cárdenas expone que si el anillo se cae al agua, quiere decir que no era la talla de la chica, a lo que Alfonso Arús le responde que a lo mejor no se lo pone bien.