La creadora de contenido @aquisandrax reacciona a los platos del único restaurante de comida española en Hawái. La joven pide una ración de croquetas por ocho dólares y cuando llega ve que solo vienen dos. El siguiente plato que pide es pan con tomate por el que le cobran 27 dólares. "El tomate de aquí no sabe a nada", comenta.

Las amigas continúan su comida con un pulpo a la gallega del cual no se pueden comer las patatas porque están muy duras y sobre el pulpo asegura que "está más seco que el pie de Cristo". Para terminar la velada, piden una paella llamada "loco pollo" y la tradicional de marisco. "Lleva trozos de carne de cerdo en lata, chorizo, judías blancas, albóndigas... No sé si me estoy comiendo un cocido o un arroz", critica la creadora de contenido sobre la primera paella. Las amigas terminan poniendo una puntuación de tres sobre diez a la comida y cuentan que la cena les ha costado 247 euros.

"Primero, me parece una puntuación generosa y después, me parece un suicidio pedir una paella que se llame 'loco pollo'", asegura Alfonso Arús. Por su parte, Marc Redondo piensa que es una experiencia divertida ir a un restaurante español en el extranjero.