Una joven pregunta a su madre dónde está el dinero de su comunión y la madre le dice que lo depositó en una cartilla. La hija no está muy convencida y decide preguntar. "Hablando de comunión, ¿qué paso con mi dinero? Los regalos que me hacía la gente de dinero, ¿dónde está?", pregunta la joven. "Te lo quedaste tú en una cartillita, que yo te puse", responde la mujer, que no convence mucho a la chica que repregunta "¿Dónde está?".

La madre contesta que ella nunca lo utilizó, que ella sabrá. La hija sigue creyendo que nunca vio ese dinero, mientras que la mujer le repite que ella nunca lo gastó, que ella sabrá qué hizo con su cuenta. "¿Una niña de nueve años tenía una tarjeta de débito?", pregunta desesperada ya, a lo que la señora le responde que algo se le antojaría y se compraría con ese dinero. Algo de lo que duda mucho su hija.

En el plató no ven clara la argumentación de la madre. "Alguien se quedó ese dinero", opina Alfonso Arús. Por su parte, Hans Arús expone que el dinero que regalan las abuelas por cumpleaños o comuniones siempre lo guardan las madres y nunca vuelve.