En el vídeo podemos ver que los animales están deseosos de salir a la calle pero no saben lo que se van a encontrar detrás de la puerta. Tras una copiosa nevada el jardín está cubierto por un manto blanco y el dueño inicia una cuenta atrás antes de abrirles.
Los dos perros tienen una actitud muy diferente, mientras uno se toma su tiempo para estar seguro de que no hay problema en pisar la nieve, el otro sale de un salto y llega prácticamente a la mitad del jardín. Presa de la euforia comienza a jugar con su compañero que es un poco más prudente.
La bióloga Evelyn Segura explica que igual que las personas hay perros que pasan más frío que otros o que son más inseguros y esto influye en su reacción.
Otros momentos destacados
Los perros y la nieve nos dan muchos momentos divertidos como el caso de este chihuahua que no tiene nada claro lo de salir a la calle cubierta de nieve.