Arusitys comenta la surrealista anécdota que ha vivido una mujer al llevar a su pequeño a clase. La madre quería completa el disfraz de su hijo para la representación navideña del colegio, comprando una oveja hinchable por Internet.
Lo que no se dio cuenta es que la ovejita llevaba pestañas postizas, una boca susurrante y un agujero en la parte trasera. Los profesores dieron la voz de alarma cuando el niño llegó con el juguete a clase.