Hay mucha gente esperando en una explanada, esperando ver el coche que va a llevar a la novia hasta el altar. Cuando llega, salta la sorpresa entre los invitados, la mujer decide diferenciarse y acude a su boda en un automóvil forrado con bolsas de snacks, ni flores, ni latas.

"A mí me haría mucha ilusión que mi coche estuviera forrado con snacks porque los adoro", comentaba Òscar Broc ante la risa de sus compañeros por lo que dijo. "Primero, no se va a casar y segundo, no tiene coche", contaba Alfonso Arús sobre Òscar, que le responde: "Sería en una hipotética boda y en un hipotético mundo en el que carnet".

Tatiana Arús opinaba que esta decoración es un peligro. "En un semáforo como te pares acabas con el coche saqueado", declaraba la tertuliana.