En esta nave industrial de Glasgow no hay ni rastro de los ríos de chocolate, las piruletas gigantes, los bastones de caramelos ni los divertidos y característicos personajes de la película 'Charlie y la fábrica de chocolate' que tanto prometen los carteles. En cambio, sí que hay algunos decorados bastante cutres de cartón piedra, algún que otro inquietante Oompa Loompa y posters colgados con chinchetas.
Aunque la publicidad prometía un auténtico viaje inmersivo en el mundo de Willy Wonka, esto es lo que se encontraron las miles de personas que acudieron a su inauguración y se gastaron, ojo, 40 eurazos por cabeza. "Finalmente, los niños acabaron llorando y los padres llamaron a la policía", cuenta Hans Arús en Aruser@s mientras se muestran las escalofriantes imágenes, publicadas en X por @juanroures.
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La organización se ha apresurado a pedir disculpas. "Pero el daño ya está hecho. Si es con adultos, pasa, pero si es con niños...", comenta Angie Cárdenas.