Un hombre que se dedica a registrar nombres de recién nacidos cuenta indignado un caso que protagonizan unos padres en Venezuela. "Llega una madre y me dice que su hija se va a llamar Puty y yo dije no", cuenta el joven, que le contesta a la mujer "¿cómo le va a poner Puty señora? Imagínese cuando crezca". La madre explica al joven que es un nombre ruso. El trabajador decide comprobarlo y ve que no es ningún nombre ruso.

"Termina diciéndome que es la combinación de las dos primeras letras del nombre de ella y el de su esposo", narra el trabajador, que se pregunta "¿quién en su sano juicio se llama Puty en Venezuela?", se pregunta. "Si ella se llama Purificación y el marido Timoteo lo lógico es que al escoger las dos primeras sílabas se Puty ", defiende Alfonso Arús, mientras que Angy Cárdenas opina que están estigmatizando a la niña antes de entrar en el cole.

Por su parte, Patricia Benítez piensa en cómo sería en el caso de Alfonso y Angie, y descubre que sería aún peor juntar las dos primeras sílabas del nombre de la tertuliana y el presentador. Alba Gutiérrez expone que esta práctica es más habitual en negocios que en nombres para bebés.