Fuera gérmenes, manchas y bacterias. Estas chicas de Minessota lavan la tapa del váter de manera concienzuda y eficaz con dos simples gestos: desmontarla y meterla en el lavavajillas. Sin embargo, el truco parece que no acaba de convencer a los colaboradores de Aruser@s, que llegan incluso a taparse los ojos.

"¡Me está dando un asco!"; exclama Angie Cárdenas mientras que Òscar Broc señala que lo peor "es que seguramente lo pondrán con el resto de platos donde luego comerán". María Moya se muestra preocupada por si se rompe el lavavajillas. "Se lo va a cargar, porque no pueden girar las aspas".

"La intención es buena, porque realmente desinfecta", reconoce Tatiana Arús.