Pupita tenía llaves de la casa

La impactante actitud de Pupita antes del asesinato a Francisco Cortés: "Grabó su casa y se asomó a la ventana a hacer señas"

Una testigo de la relación entre Francisco Cortés y Pupita afirma que la vio grabar su casa y asomarse a la ventana: "Hizo señas a dos hombres que estaban en la calle".

La impactante actitud de Pupita antes del asesinato a Francisco Cortés: "Grabó su casa y se asomó a la ventana a hacer señas"

Después de encontrar el cadáver de Francisco Cortés en su piso de Ciudad Lineal y descubrir que había cambiado la cerradura poco tiempo antes, la Policía investiga qué personas tienen en poder una copia de las llaves. Verónica, su pareja, y Pupita, una amiga con la que más tarde se descubriría que tenía otra relación, eran las dos únicas personas que podían entrar en la vivienda.

Tras descartar a Verónica en un primer momento por tener una coartada, la investigación se centra en Pupita, quien consumía droga junto al fallecido de forma habitual. Los investigadores descubren que en los últimos meses, concretamente a partir del mes de febrero de ese año 2018, parece que tenía una relación sentimental con Francisco, quizá, paralela a la que tenía con la propia Verónica.

Uno de los policías del caso explica que uno de los testigos señaló en el juicio que "había visto a Pupita hasta en tres ocasiones en el domicilio y que había observado comportamientos extraños de esta mujer". "Concretamente, nos hablaba de que cuando se marchaba del salón y entraba en el cuarto de baño, luego Francisco notaba que le faltaban cosas y que, en definitiva,

le estaba robando", explica.

Además, una mujer asegura que le había parecido que Pupita grababa el domicilio de Paco con el móvil. "Yo me quedé mirándola, o sea, me quedé como diciendo, '¿y esta mujer qué hace grabando?'", cuenta la testigo, que destaca que le "pareció superextraño ver una persona grabando, la casa entera". "Y después de grabar toda la casa, se asomó a la ventana y estaba haciendo señas", explica la testigo, que detalla que "había dos hombres abajo, enfrente de la ventana y al lado de un coche". Los agentes abrieron una línea de investigación en torno a Pupita. Sin embargo, el teléfono móvil de la mujer no la ubicó en ningún momento del día del asesinato en el lugar del crimen, lo que la descartaba como sospechosa.