El 13 de mayo de 2016
Los tatuajes que confirmaron a la madre de Dani Ceballos que el cuerpo en el mar era de su hijo: "Me rompí"
El 13 de mayo de 2016, apareció flotando un cadáver en Las Palmas de Gran Canaria, tras difundir las imágenes de los tatuajes, se identificó al cuerpo como el de Daniel Ceballos. Así se lo contó la Policía a su madre.
El 13 de mayo de 2016, en la zona final de Las Canteras que va desde La Puntilla hasta El Confital, unos bañistas dan comunicación de que hay un cadáver flotando. Óscar Nieto, guardia civil en el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, explica que el cuerpo "estaba a unos 20 metros de la orilla".
El cadáver lo rescata el GEAS mediante una camilla que prestan los bomberos y lo sacan a la orilla. "Observamos que era un varón de raza blanca, de 1,65 metros, aproximadamente, en avanzado estado de putrefacción", explica. Esto hace que sea muy complicado de acertar el peso y la edad de la persona fallecida. Estaba vestido con camiseta, camisa larga, chándal y calcetines. En principio, el Instituto de Medicina Legal decía que la causa del fallecimiento podría ser el ahogamiento.
José Juan Benítez, componente de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas, explica que podía ser un marinero que se pudo haber caído al mar. Esa es la primera hipótesis que se baraja. Por su parte, la unidad continúa las gestiones de identificación a través de la descripción de unos tatuajes que presenta el cuerpo.
En concreto, el fallecido tenía tres tatuajes: uno en el torso, en la parte derecha, con el nombre "Esperanza" y unos dibujos; en el antebrazo izquierdo, otro nombre, que era Gero; y en el abdomen, en la parte izquierda, tenía la guadaña y un cementerio. Los medios difundieron esa descripción con el objetivo de ver si alguien reconocía los tatuajes, como así fue. Unos días después de haber publicado la prensa las imágenes, los investigadores reciben la llamada de Carmen, una mujer que aseguraba que el cuerpo podía ser de su amigo Daniel Ceballos. Tras buscar sus datos, los agentes se trasladan a la casa de sus padres, donde informan a la madre de la situación.
Ya en comisaría, la madre identifica los tatuajes de su hijo, confirmando que el cuerpo de la persona sin identificar correspondía al de su hijo. "Ahí fue cuando me rompí porque sabía que mi hijo ya no estaba vivo", explicó la madre en la declaración judicial. "Mi primo era una persona muy alegre que iluminaba allá donde iba, siempre estaba sonriendo", recuerda, por su parte, María del Mar, prima de Daniel Ceballos, que insiste en que era "una persona muy tranquila que siempre buscaba que todos estuvieran sonriendo, porque le gustaban las bromas".