Se dice que la comida española es más saludable que la alemana. Por eso, Wolfgang Maier sale a la calle para vivir por un día los hábitos alimenticios españoles. El reportero alemán prueba la dieta mediterránea como los churros, las porras, los bocatas de calamares y los aperitivos llenos de sustancia que los puede comer “un chico, un mayor, un homosexual y quien sea”, asegura un camarero.
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