Diego, de Miramar, está en cocina mientras sus rivales y Alberto Chicote degustan los platos que ellos mismos han escogido. A estas alturas del programa, los cuchillos están muy afilados, pero Ñin, de El Muelle, ya no afila su cuchillo, sino su espada. A punto como están de evaluar al tercer concursante, la hostelera se replantea las notas que puso en la primera visita.

"Quería comentar algo, Chicote, si os parece bien a todos. Me gustaría cambiar una puntuación del primer día", pide Ñin. Sus compañeros la observan con incredulidad mientras que el presentador le pide que espere la llegada de Diego para que entre todos decidan si le permiten hacerlo o no. La principal afectada por este cambio de opinión es Verónica, de La Viajera. Para ella fueron esas notas.

Diego lleva la cuenta a la mesa, momento que aprovecha el presentador para plantearle la cuestión. "Por mí, bien", responde él. Sus otros dos contrincantes también le conceden el permiso para hacerlo. En su entrevista personal, lejos de sus compañeros, Ñin deja claras sus intenciones. "He pedido el cambio de votaciones de La Viajera porque pienso que la puntué demasiado alto".

A pesar de no haber escuchado este comentario, Verónica lo tiene claro. "Viendo cómo es ella está clarísimo que quiere bajar en algo". Pero, ¿afectará esta bajada a las puntuaciones finales? ¿Solo será una nota o serán más? ¿Este movimiento forma parte de una elaborada estrategia de Ñin?