Luis Callealta y su equipo intentan dar lo mejor de sí mismos con el menú de degustación que ofrecen a sus rivales en Batalla de restaurantes. Sentados en el comedor del restaurante Ciclo se encuentra Juampe, de Villanos Bistró Canalla; María Florencia, de Puerto Mío, y Ramón Barberi, de Burlesque. La tensión es el plato inesperado que no aparece en la carta.

Luis comienza sirviendo los aperitivos: gazpacho de zanahorias encominadas, tocino de mar y su interpretación de una tortillita de camarones. Los primeros bocados generan reacciones muy diferentes entre los comensales. A María Florencia "no le sorprende" el gazpacho, pero a quien sí le sorprende su comentario es a Ramón.

Seguidamente, llega el plato estrella: el atún rojo. "Es un recorrido entre Barbate, de donde es el atún, infusionado con una manzanilla de Sanlúcar". La chef de Puerto Mío lo encuentra "redundante". Mientras que Ramón está entusiasmado, a Juampe "no le ha llegado la manzanilla". Ramón defiende su punto de vista y comienza entre ellos un debate que se intensifica por momentos. "¡Se ha notado de locos!", insiste él. "Lo mismo mi paladar está desarrollado de otra manera, o peor o mejor que el de ustedes", responde.

"Hombre, tiene que ser mejor, porque si has notado la manzanilla... tiene que ser mejor", dice con cierta sorna el propietario de Villanos Bistró Canalla. Fuera de la mesa, en la calle, Barberi se desahoga en presencia de las cámaras. "Se le ve que es un tío de carácter. Tiene un pronto fuerte, pero creo que es un 'sabelotodo' y un 'sabelonada'", dice con dureza refiriéndose a Juan Pedro.

El ceviche dulce acaba con el amargor de esta discusión. Sin embargo, Juampe y Ramón vuelven a no estar de acuerdo, aunque en esta ocasión, las tornas cambian. "A mí, el menú, me ha convencido", destaca Medina.