En Vitoria en 1999
Así señaló Begoña Rubio sin saberlo a su asesino antes de degollarla: "Dijo que se llamaba Koldo Larrañaga"
Antes de ser asesinada, Begoña Rubio apuntó el nombre de Koldo Larrañaga en su agenda. Además, un camarero le vio "con la mirada perdida" a escasos metros de la escena del crimen, en torno a la hora en que Begoña fue asesinada.
El día 25 de mayo de 1999 el padre de Begoña Rubio, una abogada de 28 años, la encontró asesinada en su despacho de Vitoria. La investigación policial comenzó hablando con las personas que habían acudido a su despacho ese mismo día. Sobre el escritorio, en la escena del crimen, había una agenda, un dietario en donde Begoña anotaba sus citas. Para el día 24 había dos citas
Desde mayo del 1998 a mayo del 1999 se realizan cuatro asesinatos en Vitoria. Lo que estaba pasando allí, una ciudad de 200.000 habitantes, en aquella época no era normal. "Nosotros barajábamos el dato de que Esther, Acacio y Begoña tenían los tres lesiones en la zona occipital", explica , que detalla que "el cuchillo empleado para matar a Begoña Rubio es similar al que se encuentra en la escena del crimen de Esther Areitio".
Además, no es la única conexión: ambas presentan puñaladas en la base del cráneo, heridas que a su vez también se encontraron en Acacio Pereira. Como las casualidades escasean en la investigación criminal, los ertzainas empiezan a pensar que están ante un mismo asesino. "En el caso de Begoña, empezamos a comprobar el entorno laboral, familiar, de amistades... si ha tenido algún tipo de amenaza, en qué casos ha trabajado...", explica el oficial Ángel Martínez, que destaca que sae toma declaración a la testigo que estaba citada para las 16:30 del día del asesinato en el despacho.
"Esta persona nos dice que ella fue a las 16:30 y Begoña le dijo que se sentara en la salita porque estaba atendiendo a un varón que había ido por un tema de unas estafas", explica el oficial, que detalla que "a Begoña le llamó la atención que no llevara ningún papel". "Esta testigo nos dice que ha escuchado que se llamaba Koldo y nos lo describe. Es una persona alta de al menos 1,85 y fuerte que viste un chambergo oscuro de tres cuartos", explica.
La identidad de este nuevo personaje es una incógnita para los investigadores, pero Begoña ha sembrado un rastro que puede conducir hasta él: su agenda. Para el día después del crimen hay anotadas dos personas. Una de ellas, efectivamente, se llama Koldo, Koldo Larrañaga. "Comprobamos los datos de la agenda y nos llama la atención que el número de la calle Burgos que anota Begoña no existe y que el número de teléfono no existe", explica el oficial, que afirma que también comprobaron si Koldo tenía antecedentes: "Con nosotros es bastante plano, pero tiene un tema de estafas, un tema menor, pero el Cuerpo Nacional de Policía lo detuvo en su día y tenía una reseña fotográfica del mismo".
Ya con la fotografía se muestra en los comercios y en los bares alrededor del despacho de Begoña, en la calle Siervas de Jesús. Un camarero afirma que esa persona 100% estuvo en su bar a las 19:00 de la tarde, que se había tomado una cerveza y que le vio con la mirada perdida, como un poco ausente. La importancia de este testimonio es que ubica a Koldo Larrañaga a escasos metros de la escena del crimen, en torno a la hora en que Begoña fue asesinada.