Si los investigadores del caso de Eva María ya habían llegado a la conclusión de que su asesino y el de Mercedes Lázaro era el mismo: una persona de raza negra que estaba en la base militar de Zaragoza, ¿por qué el crimen seguía sin resolverse 23 años después? "Llevar a cabo una investigación en la base era muy complejo", explica la periodista Bea Osa, que afirma que aunque "en general, tenían colaboración entre las autoridades americanas y las españolas, cuando se trataba de un delito grave, ahí se complicaba". "Y eso es lo que va a suceder en este caso", destaca la periodista

Por su parte, el inspector de policía Marco Antonio Navarro explica que, "en esos momentos, había un mediador legal que hacía de enlace para cualquier petición relacionada con el entorno policial o penal": "Se le da una descripción y se pide que aporten coincidencias con la descripción y se hace una rueda de reconocimiento con el vigilante jurado que se encontró con la escena en el primer momento".

"Se llevaron a siete y ocho jóvenes", explica el juez de instrucción Rafael Lasala, que recuerda que "cuando llegaron al lugar donde se tenía que hacer, había mucha prensa": "Se hizo la rueda de reconocimiento y no tuvo resultado, porque el vigilante de seguridad dijo que no conocía a nadie". En ese momento, la investigación se tambalea porque "sin la colaboración de las autoridades americanas, era imposible encontrar un sospechoso, pero, por suerte, a los investigadores les va a llegar una filtración que lo cambiará todo", destaca Bea Osa.

Y es que un asistente español escuchó la conversación entre estos militares que acudieron a la rueda de reconocimiento. "Parece ser que había uno que ellos mismos decían que era el más indicado para formar parte de la rueda de reconocimiento y no había ido", explica Rafael Lasala en el vídeo, donde el inspector de policía afirma que "había habido una especie de encubrimiento, de ocultación por parte de las autoridades americanas".

Este joven era Malcolm Abdul Harvey, el hijo mayor del segundo mando militar de la base aérea americana de Zaragoza. Malcolm Harvey, que era un chico muy popular, tenía 21 años y vivía con su padre y su hermano en la base.