Vanessa Lorente y su bebé seguían sin aparecer hasta que finalmente, dio señales de vida y llamó a la madre de Pillo con un mensaje tan breve como claro. "Dile a Pillo que estoy bien, pero que no voy a volver nunca más por ahí", le dijo Vanessa en la llamada. La joven era una mujer con una relación turbulenta, que tenía un bebé y quería volver a iniciar su vida. De hecho, Vanessa se había reconciliado con su madre, con quien no tenía contacto. "La había llamado semanas antes para irse a vivir con ella otra vez a Mahón", cuenta la periodista Beatriz Osa.

"Pasaban los días y yo no entendía porque no venían a buscarla. Y entonces es cuando yo decido llamar a la madre. Y entonces sus palabras fueron: 'Bueno, ella que arregle su vida, como yo tuve que arreglar la mía'", recuerda su amiga Araceli. Tras este testimonio, todo parecía indicar que su desaparición fue un nuevo intento de rehacer su vida, pero era difícil que lo hiciera sin ayuda. Por eso cobró importancia un hecho que sucedió la tarde en que desapareció. "Vanessa le había contado a varias personas que ese día iba a ir con una amiga al centro comercial Alcampo de Fene", cuenta Beatriz Osa, que expone: "Es como si Vanessa quisiera que todo su entorno supiese exactamente lo que iba a hacer. ¿Pero quién era esa amiga? Era una incógnita".

Araceli en su ímpetu por localizar a Vanessa fue al centro comercial para solicitar ver las cámaras de seguridad. Casualmente, ese día coincidió con Isabel allí y le confirmó que era ella con quien quedo Vanessa y que le pidió dinero. Este hecho abría la posibilidad de la desaparición voluntaria. Vanessa continuaba comunicándose con sus amigas, esta vez fue Araceli quien recibió el mensaje. "Soy Vane. Siento no llamarte antes. Me fui porque Pillo me amenazó. Estoy en Madrid. No digas nada", decía el SMS.

La llamada, el encuentro de Araceli con una amiga de Vanessa y el mensaje reforzaron la hipótesis que barajaban los agentes, que Vanessa habría huido con su hijo para iniciar una nueva vida. "La incógnita sobre el paradero de Vanessa y Daniel no se va a resolver en los días siguientes, pero eso no impide que los agentes de Fene cierren la investigación con el sello de huida voluntaria. Aunque no será por mucho tiempo, porque cuando la carpeta llega a la mesa de la Policía Judicial de Ferrol el caso va a dar un giro de 180 grados", relata Carlos Quílez.