Había conseguido mucho dinero
"Te quedan pocos días, te quiero matar": las amenazas a Salvador Barrio antes de asesinarle junto a su mujer y su hijo en Burgos
Pedro Torres, abogado de la familia Barrio, destaca que se pensaba que el asesinato de Salvador, Julia y Álvaro podría ser como consecuencia de su cargo de alcalde, con el que el padre se podría haber generado enemigos.
El 7 de junio de 2004, Salvador Barrio fue asesinado junto a su mujer, Julia dos Ramos, y su hijo pequeño, Álvaro. Alguien entró en su piso de Burgos y les asestó hasta 99 puñaladas. "Salvador Barrio acababa de iniciar su tercer mandato como alcalde del pueblo, donde se había convertido en un gran terrateniente", explica la periodista Cruz Morcillo, que recuerda que "en la última subasta había adquirido todas las fincas posibles pujando por un precio mucho más alto de lo normal". "Eso era algo que muy pocos podían permitirse", detalla.
Por su parte, Adolfo Taboada, abogado de la familia Dos Ramos cuenta que Salvador y Julia tenían un gran patrimonio, "sobre todo porque Salvador se dedicaba a trabajar desde que se levantaba hasta que se acostaba y había ahorrado dinero". "Me tocó gestionar la situación en la que quedaba Rodrigo y las finanzas de la familia", explica Taboada, que destaca que había "pólizas de seguro con cantidades importantes, había patrimonio y efectivo".
La familia Barrio acumulaba cientos de miles de euros en inmuebles, el piso de burgos, naves... y había también bastante dinero en maquinaria. Benito dos Ramos, hermano de Julia, afirma que según la Policía, el matrimonio tenía un millón de euros: "Cosa que nosotros no sabíamos". Todo ese dinero Salvador lo empleaba en comprar más tierras, algo que levantaba algunas envidias en el pueblo.
"Algunos vecinos manifestaron que habían sido testigo de amenazas telefónicas", recuerda el abogado Adolfo Taboada, que destaca que "uno llegó a decir que había escuchado 'te quedan pocos días, te quiero matar'". Esas fueron unas amenazas muy cercanas en el tiempo a los crímenes. "Hay personas, no sé cómo decirte, pues que no están a gusto, como era el alcalde... cuando le pusieron alcalde ya le amenazaban por teléfono", recuerda uno de los vecinos en unas declaraciones antiguas.