La Policía Judicial de Ferrol da un giro de 180 grados a la investigación por la desaparición de Vanessa Lorente junto a su bebé, Daniel, en agosto de 2002. Después de hablar con su círculo más cercano, los investigadores tienen un hilo del que tirar: la amiga con la que Vanessa estuvo en una cafetería alrededor de las seis, con la que posteriormente fue a casa de su amiga Rosa y con la que habría ido a un centro comercial al final de la tarde.
Una de las declaraciones clave, si no la más importante, es la de Araceli, una de las amigas de Vanessa. "Nos comenta que sabe que hay una persona, que podría ser Isa, la persona con la que Vanessa acudió al centro comercial Alcampo el día que desapareció", explica el guardia civil Pablo Cinza, que destaca que "la línea de investigación consiste principalmente en identificar plenamente quién es esta persona que llaman Isa, que está viviendo a unos 20 kilómetros de la localidad de Fene, en la localidad de Miño".
"Una de las cosas que hacemos es buscar el vehículo que también sabíamos que estaba utilizando y a partir de ahí se pudo deducir cuál era el domicilio en el que estaba residiendo", explica el guardia civil. Y es que la sospechosa tiene mucho que explicar, porque sería la última persona que estuvo con Vanessa y con su hijo Daniel antes de desaparecer. "Controlamos la vivienda y las inmediaciones hasta que vemos a una mujer que se corresponde con la descripción que teníamos de la última persona que estuvo con Vanessa, sacando un cuco portabebés y montándolo en el vehículo Citroën AX que estábamos controlando", recuerda el cabo Primero Enrique Sixto.
"Le hacemos un seguimiento discreto y llega un momento en donde se observa el vehículo estacionado delante del tanatorio de la localidad de Miño", detalla Sixto, que explica que cuando la mujer "saca al niño del portabebés", ven "que es un niño y se mete dentro de tanatorio con él". "Ahí se decide que uno de los compañeros que está formando parte de dispositivos de vigilancia entre para poder ver qué estaba sucediendo dentro", recuerda Sixto, que cuenta que "hay un difunto y entre las mujeres que lo están velando está la que estaban siguiendo".
"Este compañero, para cerciorarse del bebé, se acercó y le llegó a comentar si le pasaba algo al niño, que parecía que estaba molesto, si tendría hambre o no", detalla el guardia civil Pablo Cinza, que explica que la mujer contestó que estaba bien, que lo acababa de llevar al pediatra, "cosa que no era cierta". "¿Y qué tal toma el pecho?", preguntó el compañero a la mujer, que cambió de actitud: "Bajó la mirada y no le contestó".
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"La adrenalina se pone a mil, no es habitual que una persona haga hacer ver como bebé un niño que no es de ella", explica Sixto, que afirma que, inmediatamente, "va un vehículo operativo a recuperar las imágenes del bebé de Vanessa , de Daniel, y a la vista de esas imágenes, dice": "Este es el bebé, este es Daniel". Cuando la identifican, comprueban que ella es Isabel Marcos, amiga de Vanessa, de 24 años.