La madrugada del 1 de noviembre de 2012, miles de jóvenes acudieron al macroconcierto de Halloween que se celebraba en Madrid Arena. Nadie podía imaginar que aquella noche se viviría una auténtica pesadilla: en cuestión de minutos miles de personas entraron al edificio sin control para ver el concierto del DJ más famoso del mundo, Steve Aoki. En la fiesta se reunieron más de 20.000 personas, cuando lo habitual eran unas 10.000.
En un momento de agobio, muchos jóvenes que estaban abajo intentaron subir al primer piso en busca de espacio, peor se cruzaron con los que estaban arriba y querían acceder a la pista central. Rápidamente, decenas de personas se agolparon en uno de los pasillos, cayendo unas sobre otras y provocando una avalancha mortal. En total, cinco personas perdieron la vida: Rocío, Belén, Katia, María Teresa y Cristina.