En 1994 en España, el PSOE no solo tenía problemas fuera, sino dentro del propio partido. Ese año tocaba celebrar el Congreso y en él se escenificó la batalla entre el sector 'guerrista' y los renovadores, liderados por Felipe González.
Se enfrentaba a la mayor crisis interna de su partido y solo faltaba por saber si el sector 'guerrista' peleaba por seguir teniendo un papel importante dentro de la ejecutiva.
Un mes más tarde, González tuvo otro enfrentamiento en el Debate sobre el Estado la Nación, pero esta vez, su contrincante fue el líder de la oposición, José María Aznar. En ese momento el político del PP pronunció su ya mítica frase: "Váyase señor González, no le queda ninguna otra salida honorable".
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