Todas las víctimas del accidente de tráfico que se produjo en Lorca, Murcia, carecían de contrato laboral y de permiso de residencia a pesar de que se trataba de un grupo que se dirigía a trabajar al campo murciano. La tragedia destapó las condiciones laborales del sector agrario español.
A los pocos días fue detenido el empresario Víctor López Lirón acusado de explotación de inmigrantes: "Me siento cabeza de turco porque todos los agricultores nos encontramos con el mismo problema", aseguraba a la vez que afirmaba que era imposible "contratar personal legal".
El accidente desató una oleada de protestas por todo el país y destapó la situación de explotación de miles de inmigrantes que trabajaban en situación irregular en el campo español.
Ana Pastor entrevista a un exjornalero del campo murciano que vivió aquella situación: "En aquel momento el campo murciano era una esclavitud por no tener papeles y se aprovechaban al 100% de nuestras capacidades de mano de obra".
En un día normal salían a trabajar "a las 4.30h de la mañana y pasaban los autobuses buscando trabajadores, había que cortar brócoli sin guantes en pleno invierno en jornadas de 12 a 14 horas". El sueldo era de 2 a 3 euros la hora e incluso en ocasiones tras las promesas de cobrar no recibían el salario. Nadie se atrevía a denunciar al no tener papeles.
Dos semanas después del accidente entró en vigor la nueva ley de extranjería, los empresarios dejaron de contratar a inmigrantes en situación irregular bajo multas de 1 y 10 millones de pesetas.
Decenas de miles de inmigrantes en situación irregular se quedaron entonces sin trabajo y comenzaron varios encierros por toda España como protesta a la que se sumó una 'Marcha por la vida'. La protesta llegó al Congreso de los Diputados y el Gobierno aprobó la medida del retorno voluntario a su país para los inmigrantes ecuatorianos.
Tras tres meses y tras la avalancha de solicitudes el Gobierno suspendió la medida y puso en marcha una regularización extraordinaria: 20.000 ecuatorianos se quedaron legalmente en España.
'Hablando se enciende la gente'
El alegato de una mujer sobre la vivienda: "No puede ser que una necesidad básica tenga un precio de lujo"
Thais Villas modera un encendido debate sobre el precio de la vivienda en una nueva entrega de 'Hablando se enciende la gente' con partidarios de que el Gobierno regule y otros que defienden que no sea "a costa del propietario".