Joaquín José Martínez ingresó en el corredor de la muerte de Estados Unidos por un presunto delito de asesinato y permaneció encerrado durante tres años.
"Nunca imaginé que acabaría allí, recuerdo cuando se cerraron las puertas y me eché a llorar. Sentía mucha rabia y mucho odio, perdí la confianza en la gente y la fe en el sistema", ha explicado en esta entrevista en Dónde estabas entonces.
Nos ha contado, además, que vivió un calvario no solo por el "maltrato físico", sino por el "psicológico, que lo supera todo": "Al principio era muy duro y me tocó adaptarme al sistema. Los vigilantes se divertían levantándonos de madrugada para hacernos creer que nos iban a ejecutar".
Finalmente, el 6 de junio fue declarado inocente y salió de prisión tres años después de ser encerrado. Desde entonces, ha hecho suya la causa de Pablo Ibar, que cree que acabará "saliendo", aunque "será difícil".
En la zona más conflictiva
Accedemos al interior de un edificio de las Tres Mil Viviendas precintado por ruinas y en el que viven varias personas: "Es el culmen de la pobreza"
La gente vive en condiciones de insalubridad e inseguridad en las Tres Mil Viviendas. Un Policía nos relata que cerraron un edificio por "ruina" y que no tardaron en hacer un boquete para meterse a vivir. "Esto ya no es humildad, esto es el culmen de la pobreza".