Andrea Ropero se ha desplazado hasta el centro de gestión de 'Moda re', "una iniciativa de Caritas para crear una economía circular entorno a las prendas usadas". Alberto Egido, responsable de Sostenibilidad de 'Moda re', explica que toda la ropa que llega procede de los contenedores rojos que coloca Cáritas en espacios públicos y privados.

En en centro hay, aproximadamente, 1.000 toneladas de ropa, que representan "entorno al 1% de lo que se recoge de forma selectiva a nivel estatal y al año, y del 0,1% de lo que se produce a nivel estatal y anual de ropa de deshecho", explica Egido. El responsable de 'Moda re' indica que los contenedores de ropa se utilizan poco ya que solo se deposita un 12% de la ropa y el resto se tira a la basura. "Hace falta concienciación a la par que cada vez haya más contenedores ya que muchos municipios que no tienen forma de recoger selectivamente la ropa", explica Alberto.

Cuando la ropa es recogida, primero se separa la parte reutilizable, que puede venderse en cualquier de sus puntos de venta, y la que no se puede reutilizar. Esta última se recicla para la industria del automóvil o para hacer aislamientos térmicos y acústicos. Egido explica que, por ejemplo, aquellas prendas que llevan elastano no se pueden reutilizar. "Es la criptonita del reciclaje", afirma. "Es imposible hacer nada con él a nivel reciclaje", indica. Alberto expone que, de lo que se echa en los contenedores solo un 15% puede terminar en tiendas. Pero insiste: "Cualquier prensa que queramos descartar debemos ponerla en el contenedor".