Isma Juárez se traslada con 'Un país en la riñonera' hasta Cilleruelo de Abajo, una pequeña localidad burgalesa de unos 200 habitantes en la que han recuperado su cine, para celebrar la gala de los Oscar. Allí los vecinos tienen una cita, todos acuden a ver una nueva película y el reportero se une al plan.
Pero antes de dar comienzo a la proyección, Raquel Casado, presidenta de la asociación cultural del pueblo, le comunica el nombramiento de El Gran Wyoming como socio honorífico de esta, ante lo que Juárez espeta: "¿Y la mía?".
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Es entonces cuando los vecinos le dan una bonita sorpresa, pues él también recibe esta designación, aunque observa que a pesar de su distinción, no tiene privilegios: "Me habéis dejado en el último asiento". "Tienes muchísima suerte porque es de los incómodos", bromea Casado.