Desde que se creó la barriada de los Asperones, como una solución temporal para familias vulnerables, han pasado por el Ayuntamiento de Málaga tres alcaldes. Ninguno de ellos ha conseguido dar respuesta a los problemas que, más de 30 años después, siguen teniendo los vecinos.
Andrea Ropero visita la barriada primero, para hablar con los que viven allí y conocer de primera mano cómo es su día a díay cuáles son sus deseos o peticiones de cara a las administraciones.
Después, se reúne con el alcalde, Francisco de la Torre, para darle a conocer las reivindicaciones y saber por qué no se ha actuado para paliar las condiciones en las que viven los vecinos.
El propio alcalde define la situación de los Asperones como "una situación de infravivienda, muy marginal, y una situación que no es sostenible".
"La Junta de Andalucía lo planeó como una barriada de transición, que iba a durar tres años, para resolver problemas de chabolismo a finales de los 80", explica el alcalde. Destaca así que el compromiso de integrar a las personas que viven en la zona es "autonómico".
Andrea Ropero le pregunta cómo es posible que, en una ciudad como Málaga, tenga a mil malagueños viviendo en chabolas. En su respuesta, De la Torre insiste en la división de competencias: "La política de vivienda no es local, es una política que corresponde a las autonomías resolverla".
Entonces la periodista le recuerda que la luz en la calle sí es competencia municipal, y que los vecinos de los Asperones llevan nueve meses sin luz. "Trataremos de que la tengan, pero lo que pasa es que los cables de la luz que se ponen allí duran poco". Asegura que entonces, el "problema es educativo".
Además, defiende que se ha llegado a producir "el efecto llamada", cuando han cedido alguna de las viviendas públicas a personas que viven en la barriada: "Si tienen la esperanza de que van conseguir la vivienda en términos más cómodos, se produce el efecto llamada".
Aunque no deja de señalar que en temas de vivienda, "la competencia y la obligación es autonómica", para resolver el problema, explica que el nuevo presidente de la Junta, Juanma Moreno, "tienen un programa de viviendas que es más potente" que el de los anteriores gobiernos socialistas.
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