La isla de La Palma ha estado tres meses pendientes del volcán Cumbre Vieja, y aunque se ha apaciguado y podría estar próximo al fin de la erupción, la vida de sus vecinos sigue en suspenso. Andrea Ropero se ha desplazado hasta allí para conocer de primera mano cómo afrontar los palmeros sus navidades más difíciles.

Allí ha conocido a Luis García, al que el volcán ha arrebatado sus plataneras, su casa y su modo de vida. Sus abuelos ya le enseñaron que en esta tierra tenía que saber reponerse tras un volcán, y es por ello que mantiene la esperanza trabajando en otra platanera. "El día que explotó el volcán, lo que para muchos fue algo extraordinario y novedoso para nosotros fue el principio de la ruina: arrasó la casa, arrasó las fincas y nos dejó sin pueblo". En el vídeo que acompaña estas líneas, Luis García cuenta cuál es su deseo de cara al futuro.

Además, Ropero ha hablado con las profesoras y los alumnos del colegio de La Laguna, engullido por la lava. Así encuentra a Ico y Julio, dos hermanos que han tenido que irse a casa de un amigo de sus padres.

La emotiva explicación de un niño de La Palma a su hermano pequeño sobre por qué no puede acabar con el volcán