La psicóloga Sonia Lamas trabaja en la clínica Dator de Madrid, uno de los centros sanitarios que son blanco de grupos antiabortistas, que presionan a las mujeres que allí acuden para interrumpir su embarazo. Una situación que, denuncia, "supone una vulneración del derecho de las mujeres a decidir voluntariamente interrumpir su embarazo".

Pero este acoso también alcanza a las trabajadoras de centros como el suyo: "Nos pueden perseguir hasta el Metro, nos abordan", apunta la portavoz de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo. Un asedio que va incluso más allá en ciudades más pequeñas, como Albacete, a las trabajadoras "las persiguen por el supermercado" y "las insultan".

Algo que, reconoce, "supone ir a trabajar con cierto desgaste", pese a lo cual manda un contundente mensaje a estos grupos: "Que no se confundan, porque quienes trabajamos en los centros sanitarios trabajamos porque creemos en los derechos de las mujeres". En el vídeo puedes ver el relato de Lamas sobre los efectos que estos grupos tienen sobre las pacientes, hasta el punto de alterarlas y tener que posponer su intervención.

Las rastreras tácticas de los antiabortistas

Sonia Lamas también ha explicado que estos grupos reparten a las pacientes panfletos desinformativos, les hacen ecografías e incluso las invitan a desayunar para que tengan que posponer la intervención. Puedes ver su explicación aquí:

"Llegan a leer que abortar les causará cáncer": las rastreras tácticas de grupos antiabortistas para disuadir a las mujeres de interrumpir su embarazo
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