En Barcelona

Bárbara Martínez, una monitora de gimnasia de 88 años, a Thais Villas: "No es solo hacer deporte, es hacer un grupo de amigas"

La mujer da clases gratuitas de gimnasia en la playa de Bogatell para todos aquellos que se quieran unir. En noviembre recibió la Medalla de Honor de Barcelona por fomentar la salud a través del deporte.

La mujer da clases gratuitas de gimnasia en la playa de Bogatell para todos aquellos que se quieran unir. En noviembre recibió la Medalla de Honor de Barcelona por fomentar la salud a través del deporte.

Thais Villas se ha trasladado hasta la playa de Bogatell, en Barcelona, para conocer a Bárbara Martínez, una mujer que con 88 años da clases gratuitas de gimnasia en la playa para todos aquellos que se quieran unir. La reportera, que ha participado en la clase, le cuenta a la señora que la clase le ha parecido "agotadora". "Ahora, cuando llegues a casa, te tomas un vaso de agua, una cucharadita de bicarbonato y una de azúcar", le recomienda.

Bárbara cuenta que ella comenzó a dar esas clases cuando se jubiló para ocupar su tiempo libre. "No sé estar quieta ni diez minutos", afirma. "Mi hijo a veces me dice 'mamá, estás muy sola' y yo le digo que no, me siento tan querida por todos que no estoy sola", explica a Thais.

Para preparar sus clases Bárbara se compró un libro sobre gimnasia y lo estudió bien. "Por aquí han pasado médicos y cuando hemos terminado me han dicho 'es perfecto, lo mueves todo'", argumenta. La señora, además, no duda en contar una anécdota a Thais. Bárbara explica que hacía nueve años que no se hacía ninguna prueba médica y decidió hacerse un chequeo. Su doctora le comunicó que estaba perfecta y que no necesitaba medicarse para nada.

Su labor hizo que, a finales de noviembre, recibiera la Medalla de Honor de Barcelona por fomentar la salud a través del deporte. "Todavía me tiemblan las piernas", afirma, "es preciosa y pasé un día fabuloso". Bárbara, además, explica por qué no cobra por las clases. "Si estuviera cobrando la gimnasia igual no la haría como la hago", argumenta.

Para participar en sus clases no es necesario hacer nada especial. "Eso sí, lo único que pido es que pongamos atención y que si hemos de hacer la gimnasia estemos pensando que estamos haciendo gimnasia", explica a Thais. Martínez explica que si pilla a alguien hablando no duda en parar la clase. "Hoy no lo he hecho por respeto a vosotros", confiesa a Thais.

Además, Bárbara tiene otra norma: no quiere que la gente vaya vestida de negro. "Una chica joven puede permitirse llevar el color que quiera porque la alegría ya la lleva pero en las personas mayores se refleja en todo", explica. La señora explica que sus clases también sirven para que la gente que se siente sola pueda conocer a gente nueva. "No es solo venir a hacer la gimnasia es hacer un grupo de amigas", afirma.