'Malicia calidade'

Cristina Gallego hace un 'test de calidad' a Donald Trump para ver "si es un dictador o solo un abuelo descerebrado"

Cristina Gallego pone las acciones de Donald Trump al frente de la Casa Blanca con las de dictadores como Hitler, Franco o Stalin para ver si el actual presidente de Estados Unidos es digno del 'sello de dictador' de 'Malicia calidade'.

Cristina Gallego pone las acciones de Donald Trump al frente de la Casa Blanca con las de dictadores como Hitler, Franco o Stalin para ver si el actual presidente de Estados Unidos es digno del 'sello de dictador' de 'Malicia calidade'.

Cristina Gallego se convierte en una investigadora de 'Malicia calidade' que realiza un 'test de calidad' a Donald Trump para ver si realmente "es un dictador o solo un abuelo descerebrado". El primer requisito es haber dado un golpe de Estado, o haberlo intentado. En este sentido, recuerda que Hitler lo hizo en 1923, aunque falló. Este caso le recuerda al asalto al Capitolio que, si bien apunta, Trump "no lo protagonizó", sí que alentó a sus seguidores a "una protesta que iba a ser salvaje.

El segundo punto a cumplir es el de controlar el relato, ya sea dominando los medios, la propaganda o las redes sociales. En este sentido, Cristina señala que Hitler tenía a Goebbles y Trump a Elon Musk, que si en un principio asegura "no es tan nazi", cambia de opinión al ver el polémico saludo del dueño de Tesla.

Otra de las condiciones indispensables para este 'certificado' de dictador son las ínfulas imperialistas, "como Napoleón o Franco". El presidente de Estados Unidos lo supera claramente por sus pretensiones con Groenlandia, Panamá o Canadá.

El cuarto requisito sería no hacer caso de los tratados internacionales. Trump consigue aquí un nuevo 'check', pues ha salido del Acuerdo del clima de París, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o la OMS.

Además, hay que tener pasión por las purgas, como Stalin. Algo que Trump ha hecho con los funcionarios del Departamento de Justicia que participaron en sus investigaciones penales. "Si esto no es de dictador, que baje Pinochet y lo vea", comenta Cristina.

Por último, estaría el odio a las minorías, que Trump profesa a todos los inmigrantes, así como el colectivo LGTBI, los palestinos, los demócratas y "a las mujeres que no se dejan 'grab the pussy'", apunta la experta, que asegura que lo único que diferencia a Trump del resto de dictadores es que "es el único que ha reconocido serlo". Por todo ello, le otorga el "sello de dictador".