Desde el 'aeropuerto'

Dani Mateo 'intenta' poner una reclamación a Ryanair: "Lo siento, pero su tarifa no tiene incluidas las quejas"

Tras el conflicto generado entre la aerolínea y el ministerio de Consumo, el colaborador se traslada hasta el aeropuerto para comprobar si es verdad que Ryanair cada vez hace que volar sea más complicado.

Tras el conflicto generado entre la aerolínea y el ministerio de Consumo, el colaborador se traslada hasta el aeropuerto para comprobar si es verdad que Ryanair cada vez hace que volar sea más complicado.

La aerolínea Ryanair recibió el pasado noviembre una sanción de 179 millones de euros por parte del ministerio de Consumo por prácticas abusivas como, por ejemplo, cobrar suplementos por el equipaje de mano. El presidente de la compañía, Michael O'Leary, ha afirmado que esta multa es ilegal y amenazado con subir los precios de los billetes.

Ryanair pone cada vez más difícil volar, por eso El Intermedio ha 'enviado' a Dani Mateo al aeropuerto para comprobarlo. El programa descubre al colaborador llegan a la zona de embarque y es recibido por la 'azafata de tierra' Cristina Gallego que revisa su pasaporte. "Llevamos dos horas haciendo cola para embarcar... casi se me caduca el pasaporte", se queja Dani.

"Lo siento, pero su tarifa no tiene incluidas las quejas", le informa la 'azafata'. Ella le pregunta si la maleta que lleva es su equipaje. "Es mi equipaje de mano, porque el otro, después de hipotecar mi casa en la playa, lo he podido facturar", informa Mateo. "Vaya, espero que tenga otra casa, porque ese también hay que meterlo en bodega", explica la 'azafata'. El colaborador se sorprende ya que lo ha medido. "Hemos cambiado la normativa, ahora para considerarse equipaje de mano tiene que caber en la mano", aclara. "Más que Ryanair debería llamaros 'Ratanair'", afirma, irónico, Dani.

La 'azafata' explica que, además de pagar por la maleta también deberá pagar por sobrepeso. "Me refiero a usted, se le ve un poquito ancho de caderas y para levantar eso vamos a tener que gastar más combustible", explica. Dani decide poner una reclamación. "Le he dicho que con su tarifa no van incluidas las quejas, pero si paga un suplemento de 100 euros se puede cagar en mí, en el propietario de la compañía y en el baño del avión porque podrá usarlo un total de un minuto y medio durante todo el vuelo", indica.