Sandra Sabatés pudo charlar con Emma Bonino. La política italiana comenzó con su activismo desde muy joven. "Hiciste unas cuantas huelgas de hambre, pasaste por prisión y en los años 70 pasaste por el trauma de sufrir un aborto clandestino, igual que muchas mujeres europeas", afirmó Sandra.

Bonino indicó que entró en "los radicales" en 1974 "con el objetivo de legalizar el aborto, porque la humillación que yo sufrí fue tremenda". Muchas mujeres que conoció en su misma situación se enfrentaban a tener que elegir entra irse al extranjero a abortar o quedar en manos de curanderas. "No solo era un peligro sino también una gran humillación", afirmó, "los hombres y mujeres feministas, en esa época, luchábamos por cambiar las cosas".

Como apuntó Sandra, en muchos países europeos todavía está restringido el derecho al aborto. Como expuso Bonino, esto se debe porque muchos derechos individuales no son competencia europea. "Cada país reacciona ante su propia opinión pública", argumentó, "ahora bien las mujeres tiene que seguir trabajando duro para proteger sus derechos que no están escritos en piedra".

"En mi país los signos de retroceso ya son bastante evidentes, les muestran el feto, los latidos del corazón del feto, solo para humillar a las mujeres", afirmó al hablar sobre los derechos de las mujeres y el aborto en la actualidad en Italia. "Seguimos siendo un país en el que se aborta bajo tortura", añadió.

Sobre el gobierno de Giorgia Meloni, Bonino lo calificó como "un gobierno nacionalista de extrema derecha". "Fue lo que votaron los ciudadanos pero que, después de estos dos años, alguno haya cambiado de opinión". La extrema derecha, en toda Europa, está criminalizando a los migrantes. La política italiana expuso que, en su opinión, el relato debería basarse en una cuestión de humanidad pero también de "necesidad económica".

Italia, como expresó, es un país que cada vez envejece más y los jóvenes se marchan, en muchos casos, sin posibilidad de regreso, lo que provoca que muchos se planteen, por ejemplo, quién pagará las pensiones. "Han reconocido que los inmigrantes son necesarios sin embargo seguimos practicando la esclavitud y estos ciudadanos no están integrados ni tienen documentos", indicó, "no creo que estemos haciendo una política correcta".

Bonino, desde que comenzó en política, ha llegado a ser, en tres ocasiones, ministra en Italia, Comisaria Europea, senadora y, como indicó Sandra, "sigues estando en la primera línea política". La italiana afirmó que lo que la llevaba a seguir peleando era "un sueño o una pasión". "Tengo 76 años y más pasado que futuro, pero sigue pensando, sobre todo, en los más jóvenes", afirmó. "Creo que la Unión Europea puede ser un lugar más vivible", añadió.

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