Ha sufrido cuatro ictus y dos infartos
Francesc Augé habla de su eutanasia, paralizada por una denuncia de su padre: "No tengo miedo a morir, sino a sufrir"
Andrea Ropero entrevista a Francesc Augé, un hombre que tras sufrir cuatro ictus y dos infartos, ha conseguido que se reconozca su derecho a morir dignamente. Sin embargo, una denuncia de su padre ha paralizado el proceso.

Dos casos recientes han reabierto el debate sobre la eutanasia. Uno de ellos es el de Francesc Augé, un hombre que tras sufrir cuatro ictus y dos infartos consiguió que se reconociera su derecho a morir dignamente. Sin embargo, su padre acudió a los tribunales y lo denunció, paralizando el proceso.
Francesc conversa con Andrea Ropero, a la que reconoce que "la espera es agonía, no es justicia". En el vídeo sobre estas líneas, explica que la decisión de denunciar fue de un amigo, pero que como no podía hacerlo él mismo, recurrió a su padre: "No entienden que si no es físico el dolor, no existe para ellos", afirma.
Las secuelas de los infartos y los ictus que ha sufrido le han afectado al habla y ha perdido la sensibilidad del brazo derecho. Psicológicamente está peor: "No quiero continuar porque en el día a día mío, ya no soy yo".
Francesc lleva en esta situación cuatro años y asegura que lo más difícil está siendo la espera en este tiempo que, señala rotundo, "me sobra". Después de superar todos los informes médicos y el comité de garantías, no entiende este recurso, pues según él "no me respetan": "Cuando me han parado la eutanasia tenía ganas de suicidio", admite, si bien apunta que "no tengo miedo a morir, sino a sufrir". En este sentido, comenta que la ley de eutanasia para él significa "dejar de sufrir como estoy sufriendo ahora".