Andrea Ropero entrevistaba a Gala Hernandez, que acababa de ganar un premio César por su documental 'La mecánica de los fluidos' en el que aborda la cuestión de los 'incels', o célibes involuntarios. La directora explicaba que esta película nacía de su propia experiencia con las aplicaciones de citas, como Tinder, en las que, aseguraba, "su propio funcionamiento me impedía encontrar el amor o un encuentro profundo significativo con alguien".

En su análisis de "cómo el capitalismo digital y las pantallas nos aíslan a unos de los otros", Gala comentaba que los incels "encarnaban muy bien esta soledad conectada en Internet": "Son hombres que están completamente solos y se quejan de esta soledad", señalaba.

Muchos de estos 'incels' expresan en las redes su odio hacia las mujeres, a las que culpan de sus males, una cuestión que según Hernández tiene que ver con que "los algoritmos de cómo funciona Youtube o las aplicaciones de citas son una fábrica de incels". "Antes tú ibas a un bar y te podían rechazar una o dos veces si intentabas ligar, pero nunca te rechazaban 200 personas seguidas", afirmaba.

En su investigación, la directora explicaba que encontró en este colectivo "a parte de un odio y una agresividad muy fuertes, también un dolor psíquico y un sufrimiento emocional". En este sentido, defendía como feminista la importancia de "escuchar a nuestros adversarios políticos para desactivar estos discursos misóginos".

Algunos de estos casos han terminado en asesinatos, el más conocido el de Elliot Rodger que Gala recordaba en el vídeo sobre estas líneas. Sin embargo, destacaba que "la gran mayoría no son psicópatas asesinos" y que "cualquiera puede ser un incel, de hecho algunos amigos han venido después de ver mi película a decirme 'yo podría haber sido este chico'".

Para abordar esta problemática, la realizadora proponía "invertir en educación pública, políticas de educación contra la misoginia y en el sistema de salud para que la gente tenga acceso si tiene problemas de salud mental": "Hay que explicarles que el feminismo no es su enemigo", apuntaba Hernández, que añadía que "después de 2.000 años de patriarcado va a haber una reacción, una resistencia al cambio, pero espero que cada vez sea menor".

Por último, mandaba un mensaje a los usuarios de las aplicaciones de citas, a los que animaba a "volver a ligar en bares, en la vida real y salir de esa burbuja que nos reduce a un perfil con una foto y una edad que es una experiencia de la realidad totalmente empobrecida".

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