Ángel Hernández recibe una llamada al telefonillo. Son los equipos de emergencias, a los que se niega a mostrar sus lágrimas: "Estos no me van a ver llorar,la dignidad de mi mujer por encima de todo".
"Le he ofrecido mis manos, le he ayudado a morir", declaraba Ángel a los equipos de emergencia narrando que había administrado Pentobarbital Sódico a María José. Tras ello, le advertían de que la Policía llegaría pronto.
A la llegada de la Policía, los equipos de emergencia intentaban, con las palabras entrecortadas, explicar a los agentes la situación, pero incluso Ángel tenía que intervenir para detallar de forma explícita que había ayudado a su mujer a morir.
Aún con la Policía en su casa, Ángel Hernández se dirigía al cuerpo sin vida de su mujer con lágrimas en los ojos: "Por fin María José, has conseguido lo que querías".

'Microracismos'
Lamine Thior y las creencias más racistas de la medicina: "Casi todas sirvieron para justificar la esclavitud"
Lamine Thior repasa en este vídeo las creencias más racistas en la medicina, desde las que hablaban de un funcionamiento del cuerpo diferente en negros y blancos, hasta las teorías más surrealistas sobre el color de la piel.