Donald Trump y Kamala Harris se han enfrentado en un debate en el que la mayoría de los analistas dan por ganadora a la candidata demócrata. Para analizarlo, El Intermedio cuenta con el corresponsal en Estados Unidos, Guillermo Fesser. El periodista considera que el debate fue "muy interesante". "Se la jugaba Kamala Harris. Sabemos de Trump demasiado pero de ella, la mayoría de los estadounidenses, desconocen casi todo", apunta Fesser.

La candidata demócrata también debía demostrar que su candidatura no era "una ilusión" y que es una candidata sólida. Fesser expone que el debate se ha celebrado en una fecha decisiva debido a que la próxima semana ya será posible votar en estados como Wisconsin. El debate comenzó con un saludo entre los candidatos y, en ese momento, Harris "marcó el primero gol", como argumenta Fesser, debido a que, imitando a Ronald Reagan en su debate con Jimmy Carter, salió de su atril y le tendió la mano a Trump para saludarle.

Guillermo afirma que los siguientes diez minutos fueron "horribles" para Kamala. "Estaba muy nerviosa, no era espontánea, recitaba un guion aprendido y quiso contarlo todo en dos minutos", indica el periodista. Pero después las cosas cambiaron. "Kamala sabe que Trump muerde el trapo cada vez que una mujer le pica y Trump lo hizo", explica Guillermo. "Trump aprovechó para decir una sarta de mentiras, a las que nos tiene acostumbrados, para perder los papales y para inventarse alguna historia", argumenta el periodista.

"Mientras Kamala ganó fortaleza durante el debate, se la veía más optimista, genuina y apasionada en su argumento, a Trump se le veía cada vez más enfadado", indica. "Kamala se ha ganado el puesto de candidata que le querían quitar", concluye el periodista, "ahora se sabe que sí está preparada y que hay partido".