Estados Unidos
Guillermo Fesser, sobre la idea de Trump de convertir Gaza en un resort: "Hasta sus asesores pusieron cara de espanto"
El corresponsal explica que las palabras de Trump prueban que Estados Unidos "está en manos de un constructor zafio que ve el mapa del mundo como si fuera una gran oportunidad inmobiliaria".
Donald Trump ha llevado a cabo un pacto con Israel para desalojar a los gazatíes de la Franja y convertirlo en "la Costa Azul de Oriente Medio". El corresponsal en Estados Unidos, Guillermo Fesser, indica que "hasta sus propios asesores, mientras lo pronunciaba en la rueda de prensa en la Casa Blanca, pusieron cara de espanto". "Ni había consultado con ellos, ni con el ministro de Exteriores, ni con el Pentágono ni con nadie", añade, "se le puso en la cabeza y soltó la idea".
Para el periodista, las palabras de Trump prueban que EEUU está en manos de "un constructor zafio que ve el mapa del mundo como si fuera una gran oportunidad inmobiliaria, sin ninguna ética o empatía hacia nadie más que hacia si mismo". En EEUU, los políticos, tanto republicanos como demócratas, "enseguida se llevaron las manos a la cabeza". Los primeros lo consideran un "plan aventurado" que no ha consultado con nadie y del que no ha hecho una actuación previa ni un presupuesto. En cuanto los demócratas, creen que detrás de este anuncio "hay una limpieza étnica clarísima".
Fesser indica que Trump "ha redoblado su apuesta diciendo que Israel les va a entregar la Franja de Gaza, que lo hará una vez terminada la guerra y una vez se hayan ido los palestinos". El presidente de EEUU afirma que no tendrá que mandar soldados sino que va a liderar "a un conjunto de constructores mundiales que van a dejar aquello precioso con el mejor conjunto inmobiliario, más grande y espectacular de la tierra".
El mundo árabe ha protestado pero, como indica el periodista, "el gobierno ultraderechista de Israel está encantado". La prensa estadounidense, por su parte, "está tomando esta historia con pinzas porque nadie quiere que se le acuse de antisemitismo". En Palestina se ha recibido el anuncio "con horror, con recuerdos de la nakba de 1948 cuando 700.000 palestinos tuvieron que dejar su hogar y exiliarse". El periodista apunta que muchos descendientes de estos están en EEUU y "conservar, todavía, las llaves de sus casas de Jerusalén". "Trump ha asumido el cargo como un rey absolutista y parece que, hasta ahora, nadie le quiere parar los pies", concluye Fesser.